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miércoles, 6 de noviembre de 2013

Gasto palabras



Gasto palabras, algún día acabaré con todas, lo prefiero. No quisiera que terminaran muertas, secas, y apiladas en rimeros como basura, al igual que las hojas de otoño. Pero no siempre pueden decirlo todo, muchas veces tengo que dejar cerradas a unas cuantas. Esas, protestan por no poder ver la luz, ni sentir la textura de un papel. Ellas se arrinconan en un pequeño hueco, pero hacen arder mi corazón, le prenden fuego hasta hacer que yo me consuma.

Tengo la esperanza que se quemen en el mismo fuego que ellas encendieron, que se queden convertidas en ceniza, para que el recuerdo se fugue al no tener salida a la luz. En otras ocasiones quisiera que salieran al igual que las otras, para no guardarme nada, para terminar de sentir de una vez; pero si cabe la posibilidad de dañar con ellas, prefiero liarlas con la cinta del respeto, y que se amotinen en su rincón, intentando dejarme sin entrañas.


Misteriosa

martes, 15 de octubre de 2013

Caen las palabras



Respira la tierra con el sueño del roce de las hojas. La niebla difumina la luz solar, intentando llevar el misterio a los ojos que esperan una señal.

La lánguida melancolía cae como fina lluvia que empapa la piel. Llega la calma que cala hondo, y los fantasmas del mar se apoderan de la quietud del pensamiento. Naufragios y tempestades oprimen el alma

La voz se hace pavesa y silencio, y el sauce pierde sus lágrimas

Caen las palabras, como hojas mecidas de otoño. Se acumulan en rimeros olvidados donde nadie las escucha.


Misteriosa

sábado, 12 de octubre de 2013

Ya no quedan sonidos

Cayeron las palabras como semilla para una nueva primavera, pero los silencios quedaron incrustados en mí ser como diamantes en una corona de vacío e impotencia.

No puedo limitar un corazón que se desboca, que es rebelde y tonto; y con mis dedos intento trazar paciencia entre la arena del tiempo.

Ya no quedan sonidos en el recuerdo. Un inmenso desierto cubrió la distancia, y el silencio es la vara mágica de la soledad.

El pasado es una llama inmensa que cubrió de cenizas la memoria.


Misteriosa

lunes, 26 de agosto de 2013

Palabras

Ahí están guardando fila y preparadas para salir. Si tardas, se amontonan impacientes, se empujan, se pelean y, al abrir la boca te salé alguna de manera atropellada haciéndote quedar como un tartaja.

Traviesas, se enredan, se cambian en mitad de tu oratoria, y juegan a hacer de ti una gangosa.

Llegan a creer que forman una orquesta, se elevan, se adelgazan y, pillándote desprevenida, se disfrazan en forma de gallo al salir de tu garganta.

Es conveniente plasmarlas en un papel, si no, vuelan acompañando al aire para hacerte quedar mal en los tratos.

Entre las rejas dentadas se escapan y te encuentras insultando a un compañero.

No les gusta dormir, se sienten roncas, oscuras hasta hacer creer que tú bebes cazalla.

En otros momentos se engolan, se retuercen hasta el punto de hacer de ti un pedante.

Díscolas, libertinas palabras, poderosas, hirientes y dulces, sosas. ¡Palabras!


Misteriosa

lunes, 15 de julio de 2013

Al despertar

Mientras se columpiaba, miraba la vida desde arriba. Le resultaba curioso el movimiento, el bullicio, y las expresiones de las diminutas figuras. Su balanceo se iba haciendo desproporcionado, y no todo fue perfecto entre la brisa, pues una de las cuerdas de oro se soltó, dejándola caer hacia la luminaria de edificios que guardaba la noche.

Al despertar, se dio cuenta que había perdido la memoria. Ya no recordaba los infinitos cielos del paraíso, ni el columpio donde mecía su extraña felicidad. Ahora estaba en una cama, algo totalmente desconocido para ella, en una habitación que parecía cortar el aire. Tenía sensación de ahogo, y temblaba su cuerpo al encontrarse en una situación desconocida, con personajes que nunca había visto.

Al levantarse, vio su figura en el espejo; era igual que los diminutos seres a los que ojeaba desde su altura. Quizá es que nunca antes encontró un lugar que le devolviera su imagen, de manera tan nítida. Se sentía asustada porque se daba cuenta que no había posibilidad de retorno. El caso es que no sabía vivir, que no sabía que es lo que tendría que hacer en adelante, ni cómo se debería comportar.

Iba acumulando la mayor información posible, y aunque sólo habían pasado unos pocos días, se daba cuenta que había demasiada dificultad en esa existencia. Notaba el cansancio, una sensación nueva, que no tenía codificada en su memoria. Todo le era novedoso, y costoso, y sólo mirar el tapiz estrellado del cielo hacía que sintiera un ápice de confianza; como si de allí pendieran los hilos de su existencia.

Conoció la palabra, y la amó. Hizo de ella el estandarte de su vida. Sabía que los vocablos conseguirían llevarla allí donde pertenecía. Encontraría las claves que la transportaran al olvidado mundo de la imaginación.


Misteriosa

miércoles, 26 de junio de 2013

Actos

Yo de las palabras de los demás, aunque no den ejemplo, creo que si aprendo, al menos esas palabras me hacen pensar, y pensando algo queda, aunque sólo sea el intento de llevarlo a la práctica.

El ejemplo, o sea los hechos de los demás, no sólo me enseñan, sino que me suelen causar admiración. Admiro a las personas por lo que hacen, por algo sostenido en el tiempo que no sólo son palabras. Porque de palabra todos somos el no va más, pero hay que demostrarlo.

Nuestro verdadero saber está en los actos. Y, si quisiéramos en un momento dado enseñar a alguien, sería de esa manera. Pero pienso que no se trata de enseñar, no hay que enseñar nada. El otro siempre aprende solo, y no sólo de una persona, sino de todas.

Misteriosa

miércoles, 22 de mayo de 2013

Tu fuerza


Tu fuerza está en la palabra a donde llega el aliento como un jadeo

Oirás mi latido cercano a donde voy a buscarte.


Misteriosa
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