lunes, 18 de noviembre de 2013

Dos rostros desnudos



Como si en sus manos llevara un arado, roturaba la vida. Ellas no daban a basto con la semilla, nunca era suficiente, pues no traía tesoros la existencia, ni siquiera unas flores que no se marchitaran pronto. Había un pozo ciego que todo lo tragaba para manar oscuridades.

Un arroyuelo seco lo traspasaba todo, y en cada oquedad se guardaban las máscaras. Cada amanecer se desechaban y, para tener variedad, se procedía a coger una nueva. Allí todos confundidos estrechaban lazos, hasta volverlos cuerdas que después cortaban. El caos se divertía corriendo por sus venas. Sólo un amanecer naranja dejaba el encuentro de dos rostros desnudos, y la vida extendía una alfombra larga y roja, para que aquel recuerdo llegara a la eternidad.


Misteriosa

10 comentarios:

  1. Agrio recuerdo el que deja esa alfombra roja.
    Un beso.

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    1. No todos los recuerdos son bellos. Quizá hay que seleccionar los únicos bonitos para marchar con ellos...

      Muchos besos.

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  2. Al pozo ciego le ganó la vida.

    Besos,

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  3. historias que se hilan y otras se deshilachan
    las relaciones humanas llenas de matices siempre dan buen ovillo

    abrazos y muy buena semana

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  4. A veces entender la naturaleza humana es difícil y complicada, por eso siempre hay un pequeño espacio de tiempo donde todo parece estar en una misma vibración.
    Besos

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    1. Es así, Ilesín, algo complicado a veces...

      Muchos besos.

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  5. Hay recuerdos que son para la eternidad...
    y jamás nadie podrá arrancártelos...

    besos

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  6. Los bonitos, nunca...

    Muchos besos, preciosa.

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