Y sucedió, contigo llegó el asombro y la nube. Admiro al ser que como una enredadera adherida a mi alma, se ha adueñado de mi corazón.
Tu mano y tus labios conducen mi voluntad, y yo, obviamente, me dejo mecer por cada pensamiento que provocas.
Misteriosa
ResponderEliminarPues... Yo creo que cualquiera preferiría dejarse mecer por tí.
¿Y sabes por qué? Porque tus palabras, muchas veces, ya tienen ese efecto.
Y me gustaría que alguien más me dijera si tengo razón, o me equivoco.
Un beso, y otro a quien no se corte y se pronuncie.
(sonrisa).
Jejeje, hoy repartes besos.
EliminarMuchas gracias por esas palabras bonitas, Toño
Muchos besos.
Quizás con una nana y un abrazo en la noche...
ResponderEliminarUn beso.
También así :)
EliminarUn beso.
aprecio lo que escribes un gran beso fernando
ResponderEliminarPues muchas gracias, Fernando.
EliminarUn beso.
Dejarse y abandonarse en el otro es el roce de la felicidad. Abrazos
ResponderEliminarTienes razón ester, eso pienso también.
EliminarBesos y abrazos
Felicitaciones al que lo logre y que la valore.
ResponderEliminar:)
EliminarMuchos besos, Demiurgo.
Bien vale dejarse mecer por quien ha tocado tu alma y corazón
ResponderEliminarBesos
Qué cierto, Cielo...
EliminarBesos.
Dejarse mecer, dejarse tentar, dejarse llevar, sólo dejarse...
ResponderEliminarTe sigo por acá también :)
Dulce beso.
Sí, solo dejarse...
EliminarMe alegra mucho dulce, gracias por soportarme aquí también :)
Dulce beso.
Bonitas palabras...
ResponderEliminarUn beso
Muchas gracias, Maman.
EliminarMil besos.
Yo soy más de mecer que de dejarme mecer, pero hay horas y más horas para todo. Ahora eso sí, si entramos en amores... chungo, jajaja. Entre el amor y la carne no queda mal la pasión.
ResponderEliminarUn besito.
Por supuesto Sbm, si no hay pasión... no hay amor.
EliminarUn besito.
Cuando el amor entra nos dejamos transportar por un mundo especail y mágico.
ResponderEliminarBesos
Muyy cierto, Ilesín.
EliminarMuchos besos.
Cuando la enredadera de los deseos ata nuestros cuerpos, nos entregamos a libre deseo de amar....
ResponderEliminarLas hojas de nuestros dedos caen cubriendo nuestro lecho de aromas intensos y profundos, provocando la lujuria de pensamientos encendidos, de accesos difíciles e intranquilos. de pasividad inquieta, y otoños pasionales... ven deseo que los únicos pecados que he cometido, son beber el mejor de los vinos en el más deseado de los cuerpos... y sorber el más intenso de los jugos eternos.
Gracias por este regalo de tus letras que me dejas aquí...
ResponderEliminarUn placer leerte.
Muchos besos.