Él

Lleva en su pecho todos los corceles del apocalipsis, desatados... Revolucionario, inconformista, justo… Íntegro, valiente y alegre, con un humor muy suyo y especial, que tanto me hace reír. Presentirle cerca me lleva a la armonía.

Su mirada inteligente es el espejo de todos mis sueños, y sus labios me conducen a evocar los más hermosos besos. Es el secreto y silencio del mar. Su piel, un lienzo donde los trazos se hacen imposibles por la forma en que me hace vibrar.

Sus besos hondos devoran mi alma; sus dedos, sabios, rinden mi cuerpo en un nudo amoroso. Imposible resistirme a la pasión que en mi despierta.

Intentaba describirle, hablar un poco de él, y sé que una vida no me bastará para ir descubriendo su inmensa personalidad, su enorme ser. Sé que toda palabra sería insuficiente. Solo deseo tenerle en mi vida, escuchar su voz, mirarme en sus ojos, acariciar su cuerpo… Ojalá la vida me conceda el deseo de que nunca me falte.

Misteriosa